sábado, 23 de enero de 2010

Historia de un bloqueo anunciado

Es increible pero se cumple; hace poco leí en un blog que esos sábados en los que te pegas 3 horas arreglándote, usas todas esas mascarillas de frutas que no sabes para qué leches son y llevan meses en un cajón, utilizas tu kit de espejos para mirarte desde todos los ángulos posibles buscando el peinado perfecto, agotas tu perfume grullero ( término que explicaré otro dia ), te pones tu uniforme megagrullero ( ver paréntesis anterior ), te sientes atractivo, fashion, cool,...bueno, pues no te preocupes porque esa noche será espantosa. Eso sí, si te llaman tus colegas entre semana y te dicen que bajes a tomarte una improvisada cerveza, y bajas sin afeitar, con los pelos medio allí medio allá y te pones la misma ropa que usarías para comprar el pan, ese día triunfarás como grullero mayor del reino, te moverás por los bares como el p... amo, serás objeto contínuo de la miradita de esa chica por la que llevas semanas muriéndote por sus huesos....no falla.



¿por qué cuento esto? porque recientemente protagonicé uno de esos dias espantosos en los que padeces el síndrome del bloqueo total, a saber: 3 horas de preparación cosmética, uniforme de grullero, etc...llegas a la cita con tu grupo de amigos y como artista invitada acude esa chica por la que te mueres. Nada más llegar saludas de un modo ya extraño y cuando llegas a ella pones esa cara de gilipollas imposible de dominar, te sale un hiillo de voz queriendo decir algo y te pones colorado como un bote de ketchup; ella, por supuesto, sonríe pero tú te imaginas el bocadillo de sus pensamientos:" uy, este chico es un poco pavo ". La primera en la frente. Es como la final de un campeonato de futbol: juegas en casa, el público está entregado, te pasan el balón, el portero contrario tiene una lipotimia y cae desfallecido, estás solo para marcar ese gol histórico y vas tú y mandas la pelota directamente...a Navalcarnero. Pues eso es lo que me ocurrió. Por supuesto todos tus colegas saben que estás loco por esa chica, lo ves en sus miradas y eso ya te bloquea en los preámbulos del partido.



Empieza la noche, una cena tranquila, te pones al lado de ella y entones el color ketchup pasa a ketchup encarnado, tus amigos te miran como pensando: " este gilipollas la va a mandar a Navalcarnero" y no andan equivocados . Cada frase que dices es más estúpida que la anterior, al hablar ves como incomprensiblemente se te escapa algún trocín de ese maldito carpaccio...Diossssssssssss , ¡ con todo el cuidado que pongo!, al coger una cucharada del helado de chocolate cae una generosa gota por la comisura de tus labios y ves como tus amigos te hacen señas ostentosas para que el ridículo no sea de público escarnio, pero ni con esas.



Termina la cena ( por fin ) y te dices:"macho, vaya tela con la primera parte, a ver si ahora te espabilas y le das la vuelta a esto ";salís a la calle en busca del primer garito de copas mientras eres incapaz de colocarte durante el camino estratégicamente cerca de ella. Jurarías que encima de la cabeza de esa chica se encuentra el marcador del partido con el tiempo transcurrido (0-4.fin d la primera parte. minuto 48 ).¿ pensabas que en la cena había pasado lo peor ? no te imaginas lo que te espera en la segunda parte.



De pronto, cuando entraís al garito, tus amigos ( incomprensiblemente ) se vuelven los más bailones del lugar ( los degollarías allí mismo ) y a ella, por supuesto, le encanta bailar también ¿ y tú ? tú por supuesto miras la escena como un perfecto gilipollas, con una copa en la mano y la otra...¡en el bolsillo!. Como si te hubieran pegado con loctite al suelo y tu mano fuese incapaz de salir de ese profundo y largo bolsillo; vuelves a mirarla y no puedes evitar que tus ojos se dirijan...hacia el minuto y resultado que permanece encima de su cabeza : 0-6. segunda pate. minuto 80. Tus amigos te miran y tú sientes la presión en sus ojos, la cancha grita y jalea tu nombre, y tú, solo, delante de la portería te acercas a ella y le sueltas de nuevo una estupidez tras otra esperando que llegue Batman y te saque de allí lo antes posible.



Así fué y así ocurrió, aunque el silencio de mis amigos durante la semana posterior me hace pensar que fué mucho peor y que mandé el balón...mucho más allá de Navalcarnero.